Shaina Martínez ganó el premio de la Fundación ÓA en el Concurso Virtual SOI Fiorenza Cedolins

A finales del mes de abril se celebró la IV edición del Concurso Virtual SOI Fiorenza Cedolis. Ganó el primer premio, valorado en 5.000 €, el bajo armenio Gosh Sargsyan (1997), el segundo premio, de 2.500 €, la mezzosoprano australiana Fleuranne Brockway (1992) y el tercer, de 1.500 €, la soprano china Yutong Shen. La competición, que surgió a raíz del confinamiento impuesto por la pandemia, otorga casi 50 galardones en colaboración con diversas entidades, entre las cuales se encuentra la Fundación ÓPERA ACTUAL, que concedió un premio de 500 euros al mejor cantante español, iberoamericano o intérprete de repertorio español.

En esta edición, el premio fue para la soprano Shaina Martínez (1993), que envío un vídeo de una fragmento de la zarzuela María de la O de Ernesto Lecuona. Marínez ya ha cantado roles importantes de su cuerda como Violetta, Donna Elvira, Adina o Cio Cio San y ha recibido premios importantes de concursos importantes como el Concurso Internacional de Canción de Arte Lyra de Nueva York. Con motivo del galardón en el certamen de Fiorenza Cedolins, la Fundación ÓPERA ACTUAL ha entrevistado a la joven intérprete:

¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente al canto lírico?

Tenía ocho años y escuchaba música en mi casa. Mi padre tenía un CD de María Callas cantando «Un bel dì, vedremo». Cuando lo escuché, no sabía lo que era, pero sabía cómo se sentía. Decidí que quería hacer eso, que podía hacer que la gente sintiera emociones con mi voz.

¿Cuál fue el maestro o la escuela que más influyó en tu preparación lírica?

Hay tres grandes influencias en mi vida operística. Carmen Balthrop, mi difunta profesora, me enseñó a ser artista y me preparó para los obstáculos. Mis estudios universitarios en la Escuela de Música de Manhattan me han dado una idea de lo difícil que es esto. Y ahora mi profesor actual, Manny Perez, es como mi «padre pingüino» guiándome en mi carrera.

¿Cuándo fue tu debut oficial en una producción lírica?

Mi primera obra fue la obra infantil Brundibar de Hans Krasa. Tenía 10 u 11 años cuando me aceptaron en la ópera infantil de la Ópera Nacional de Washington. Hice el papel del lechero. Después, mi primer papel real fue Salud en La Vida Breve de De Falla. Aquí me entregué completamente al mundo de la música y me involucré en el personaje.

¿Qué tipo de papeles te gustaría interpretar en la próxima temporada si te permitieran elegir según tus habilidades actuales?

Me gustaría cantar Liù, Micaela o Mimì. Llevo un tiempo cantando Donna Elvira, Violetta y Fiordiligi, pero tengo muchas ganas de seguir con las heroínas de Puccini y Verdi.